martes, marzo 29, 2005

ghost"havemyseal"

El intenso hedor de lo que no hicimos nos ahogó hasta que no pudimos respirar, pero así y todo, como escoria que somos, sobrevivimos, y te contamos ahora con lujo de detalles que no podemos decirte más que mentiras. ¿Te he confundido? bueno, es que no puedo ni siquiera despejarme yo mismo. He sostenido una reunión algo larga, y en ciertas partes, que para ahora preferiría olvidar, se ha intrincado tanto, pero tanto, que me ha dejado pensando en mí mismo.
No pretendo torturarte de nuevo con otra apagada retórica sobre lo que me empequeñece y lo que me agranda, sobre lo que me enaltece y lo que me humilla. Solo que a veces no puedo estar más tiempo callado; y entonces me pongo a pensar que no tengo otra que escribir esto, en espera de que lo leas, cuando tengas tiempo. Si, sé que muchas veces murmuro mientras escribo, o me pongo a escribir algunas de las cosas que te estoy diciendo, mientras me exiges, como es natural en la gente, que te mire a la cara y te hable con el corazón en la mano, o por lo menos con sinceridad y gentileza.
Pero me conoces, y ya no lo esperas como algo obvio, como algo natural y consecuente, sino como algo que debes implorar en mi. Y no estas dispuesta a implorar, nunca, y eso me gusta de ti.
El amor que una vez dijiste sentir por Huyvehn es ahora solo un recuerdo. ¿No se llamaba así? Si, lo sé, prefiero decirle así. He preferido olvidar su nombre, y debes agradecer que así sea. No te amenazo, lo sé, eres más fuerte que yo, y no me amilano al decir esto, pues aún sé que papel jugamos en esto ambos, y como no puedes prescindir de mi.
¿Que soy un obsesivo y egoísta? ¿Que soy despreciable y todo lo que digo gira en el "Yo" tanto como los discursos religiosos giran en torno al concepto de divinidad? No has estado ahí dentro, y no puedes imaginarte lo que he soportado. Esto no es nada, tus recriminaciones no me llegan, tus arengas ahora son una suave caricia, pues siento un inmenso fuego en cada palabra, y entibias mis congelados huesos.
Sé que finges cuando te retuerces para evitarme, como sé que te puedes soltar fácilmente cuando te tomo de la muñeca. Sé que los golpes que me dás en el estómago y en el pecho con toda tu fuerza ocultan caricias. Y lo sé por que te veo ahí, una vez calmada la tormenta, sonriente y agitada, me besas, te gusta decir que me tienes, más allá de toda duda, te gusta decir que me has derrotado y así me has ganado. Y te gusta invertir los papeles, aunque finges que lo haces para darme gusto.
Bueno, gracias por el tiempo. Sé que ha sido un placer para tí, aunque veo tus labios temblar de la ira.
"Ella se acercó lentamente, y su mirada me quemaba, mientras levantaba una de sus cejas. No tuve otra opción, esta vez le tocaba a ella. Me besó y pasó sus dedos entre mis cabellos casi jalándolos, apretando su mano contra mi cabeza, como si temiera que escapara en cualquier instante, y empezó a reirse, mientras yo la seguía besando. Murmuraba algo."
Tengo que entrar de nuevo. Te amo.

No hay comentarios.: