martes, mayo 30, 2006

Alucinarse por su presencia

Hace tiempo que no hablo de ella, pero es que esta vez tengo que.

Hoy tenía examen de japonés. Realmente le agradezco con todo lo que tengo a mi maestra Watanabe Maki, por la paciencia y la fidelidad al curso. Es que ella YA NO TIENE QUE estar pasando clases con nosotros, le asignaron otro curso... y... bueno, se habrá encariñado con todos nosotros, que a pesar de eso, y moviendo un poco itinerarios y esas cosas, logró pasar clases con nosotros una vez por semana.

Pero bueno, dejando de lado a mi buena amiga Maki, tenía que hablar de ella: Sonia Yulia Alcazar Savicheva (nombre inventado y que sinceramente espero que NADIE tenga...). La ví llegar tarde al examen hoy, con la presencia imponente que siempre ha tenido, y... los años no han pasado en vano. Conté, hace mucho tiempo en un post que dí por titular LO HICE!!!!!!!!, la historia de como, por un corto lapso de tiempo, llegamos a ser "más que amigos". Seguí contando, en los posts subsiguientes, como todo fué cambiando, como las cosas fueron evolucionando... hasta desencadenar el rompimiento, que no fué ni sonado ni nada, por que casi nadie se enteró de lo nuestro. Uno la vé y de inmediato se dá cuenta de por qué le gustó en un pasado. Uno es tonto y se pone mal cuando la ve, aunque han pasado años, y en realidad nos vemos todos los días, y ya no pasaba esto. Uno siente que no puede... que siempre hay segundas oportunidades, que las parejas regresan, que las cosas se pueden arreglar, que no ha visto un chico que no haya rogado a la chica que le gustaba de verdad por una segunda oportunidad... Pero uno sabe que ha dejado pasar demasiado tiempo, que la sombra de ella en su corazón y la sombra de uno mismo en el corazón de ella ya son meras manchas sin forma, que el tiempo no pasa en vano, ella es ahora un señorita muy diferente a como era y yo... quizás sigo siendo demasiado "como en ese entonces".
Esta preciosa. Los estragos que suele hacer el tiempo en la gente le son del todo indiferentes. Hoy no solo me recordó, con lujo de detalles, mientras la veía cantar (le dijimos que todos cantamos ayer y le hicimos cantar... XD), lo bella y lo tierna que era, sino como era ella, como era en ese entonces, sus pequeños berrinches, sus caprichos adolescentes, sus sonrisas complices y su inner-left-alive-tenderness (she likes to show herself as a cold bitch, but of course she's not).
Me quedé pensando en ella y me dejó un poco mal. A veces me pregunto qué hubiera sido de nosotros si, como la gente suele hacer, le hubiera implorado que siguiéramos, le hubiera hecho todas esas cosas que suelen hacer las parejas, llamaditas, regalos... todo eso... y luego me doy cuenta que no, así como estamos no más tenía que ser, no somos de ese tipo de gente, y de solo verme, de solo verla, con solo recordar como era nuestra relación... me doy cuenta.

sábado, mayo 27, 2006

Volverse loco en vacaciones

 No es como si esto fuera bonito, pero no puedo quejarme. O sea, duermo hasta tarde, estoy tirado en mi cama cuanto quiera, o jugando "todos contra el crimen" (La bola de personajes en "throne of darkness" orillo a mi hermana a ponerle ese nombre...). Eso si no tengo que hacer "cosas".

Y son precisamente estas cosas en las que me he estado ocupando, muy a mi pesar. Investigar precios, intentar conseguir auspicios, socializar el torneo... todo gira en torno a los eventos que se realizarán en esta ciudad, y que estan respaldados por Andamiro de Korea, eventos que involucran un hobby mío, que de a poco se ha hecho una responsabilidad: El pump it up. No soy un supporter acá, solo soy un "helper" (ayudante), pero bueno, para eso estoy, para ayudar cuando el supporter no pueda. ¿De qué hablo?. Bueno, el supporter se encarga de organizar eventos y cosas así en la región o país que le corresponde... y a eso me he estado dedicando este tiempo.

Hartante, pero satisfactorio, supongo. A mirar el techo a veces. Duele el cuello, pero relaja.

Por otro lado, otra preocupación me aqueja: la cosa de las notas. Siendo sincero, no me refería a eso, las notas me importan muy poco, aunque es raro, por que no soy uno de esos vagos que nada hace, ni uno de esos nerds que no tienen que preocuparse de tener malas notas, sino que estoy en ese peligroso medio. Igual no me importan. Me refería a la chica que me gusta.

(Y cuando estoy de lo más inspirado en medio de este texto, a punto de largar lo que siento o lo que me roba el sueño, un tipo me añade a su lista de contactos en el msn y me pregunta si tengo el video "porno" de Camila, la de Unitoons. He sido de lo más cordial para decirle que tampoco me interesa tenerlo, pero creo que ha entendido que lo voy a buscar. Tengo que ser más claro y menos cortés con él en el futuro... o ponerle "No Admitir" y cagarme en él XD)

Verán... aunque ella llegue a entrar acá, igual tengo que decir que me gusta, que hice mal en decir que... que...
Nunca digas nunca, dicen. Hmm... aprendí que es cierto... nah, ya no puedo, lo haré en otra ocasión =P.

lunes, mayo 15, 2006

Sobre nosotros

 Tu voz temblaba en los espacios abiertos que de pronto descubría en mi cabeza. El eco me saturaba y mi mirada, clara y directa, te golpeaba con suavidad en la cara. Así nos entendíamos, un vals, todo coreografiado.

¿Como había acabado contigo? Por mis escritos, por supuesto. Escribí cuatro cuentos cortos sobre violencia, una mezcla peligrosa de masoquismo y sangre caliente en la cabeza, y tu me pediste otro más, y luego otro. Continué escribiendo y tu continuaste con las inusuales visitas a mi casa a altas horas de la noche. Todo invertido.

Llegaste medio borracha una noche de junio, hacía un frío de la mierda, y salí a recibirte, manchada de cerveza y con la mirada perdida. Me miraste largo rato y tu ira, salida de qué-se-yo-cual-pelea, me besó y me golpeó luego en el estómago. El golpe de una borracha no es fuerte, y tus caricias, combinadas con tus largos cabellos brillantes y misteriosamente limpios e impecables, tus ojos tristes y tu mirada clara hicieron de mí lo que quisieron. No tuvimos sexo esa noche, el calor era demasiado, o muy poco. Nos quedamos hablando, besándonos, bebiendo un poco, riendo y mirándonos hasta que te quedaste dormida. Todo extraño.

Me pareció haberte visto de día en una tienda pequeña en la que venden cd's y poleras, y una tarde en una universidad de la ciudad, con pesados libros en la mano, el cabello recogido y una ropa por demás fashion. De noche eras otra, y me asustaba pensarte en esos espacios en los que tu manía y tu silenciosa presencia era imponente pero cotidiana. De noche te deslizabas a mi ventana, silbabas suavito, hablabas un par de trivialidades con el guardia del barrio, y entrabas sigilosamente en mi, de nuevo. Estábamos todos locos, todo una locura.

Se acabaron las excusas, comenzamos extraños ritos sado-masoquista de noche, y de día la rutina de no conocernos, aunque la ciudad se había encogido tanto que nos encontrábamos en todas partes. No me gustaban del todo, pero no salía de mi casa, o sea, si salía, y casi todo el día, pero en realidad no salía, tu ya me entiendes, y entonces te tenía, hecha como para mi, y viceversa. Como si todo esto fuera una inmensa argumentación de un status quo.

Me imaginaba una vida como la de mis padres, en esa casita de comercial de TV, o una vida como la de mi hermana, en ese departamento como de película de alto presupuesto, pero estaba aquí, en este cuarto de vida de 3 por 4. Mi Pc, mis revistas y mis libros, sueldos y sueldos de libros, cd's, hardware y sofware, películas, series y más libros. Y la cereza que corona la copa. Todo urbano, pero todo hermitaño.

No deja de ser muy extraño que tu seas tan diferente. Casi como si fueras dos personas, una de día y otra de noche. Hasta por el caracter... ¿Creías que solo me refería a eso? Si, yo soy igual, pero yo no dejo de ser peculiar. Tus actos de caridad, tu manía de cuidar a los niños de tus amigas, tu infaltable asistencia a los conciertos de rock en general... Todo tan contradictorio.

Un día desapareciste. Cuando volviste, una semana después, estabas embarazada de dos meses, y me pediste matrimonio. No me lo exigiste, no me lo increpaste, me lo pediste, llevaste un anillo y yo me rasqué la cabeza media hora mientras te veía con una sonrisa (que había aprendido que eso era) y tus ojos en los míos. Había oído de la difuminación de los roles masculinos y femeninos, pero... Todo esto era demasiado.

Acepté por que no salgo. O sea, si salgo, pero quería que tu propuesta suene a que no me quedaba otra, para que ambos adoptáramos ese aire de que lo hacemos sin mucha convicción... y sin embargo las lágrimas mojaron tu vestido, y yo te abracé más fuerte que nunca, desmintiendo todo, o quizá complementando el cuadro de nuestras personalidades al desnudo. Todo cursi.

Dejamos las rutinas sado-masoquistas por que a mi no me gustaban, o por que te aburriste, nunca quise averiguar. Terminamos viviendo en un departamento como de película de alto presupuesto, decorado como las casas de los comerciales, todo en medio de un barrio tan urbano, pero con gente tan hermitaña. Todo perfecto, y no me obligues a contarte de nuevo por qué te amo.

lunes, mayo 01, 2006

Sobre el anime y la "cultura otaku" I: Introducción

 Debería aclarar un par de puntos antes de comenzar.

a) Se produjo en los últimos días un pequeño debate (y, por lo tanto, de pequeño alcance) sobre la condición de la cultura otaku por una broma. Si, un post (larguísimo y, para la mitad o antes, por demás aburridor) que ridiculiza a los otaku. Con este post no quiero sumarme al debate, sino hacer algunas observaciones y críticas a la "cultura otaku", gente con la que me relaciono, gente a la que otra gente me incluye, en fin.

b) El término otaku vino a caer en manos de un grupo desesperado por una nomenclatura propia hace años, movimiento que tuvo su cuna en Estados Unidos y algunos países de Europa. Está mal usado o, por lo menos, demasiado generalizado. Un "otaku" es definido por la cultura japonesa como una persona enfermizamente obsesionada con cualquier tópico del amplio abanico de intereses que un ser humano puede tener, un compulsivo coleccionista, una persona que solo piensa en una cosa. Por supuesto que la mayoría de la gente que esta en esto de "la cultura otaku" no es así, y, si supiesen lo que la palabra otaku define, supongo que ni siquiera los que tienen un serio perfil de otaku se autonombrarían así. Yo no me considero un otaku, aunque tengo más anime del que puedo ver (arriba de 200 series, en más de 1000 cd's y cientos de dvd's). Esto precisamente por que, a la par de mi consumo de anime, también consumo libros, música y cine, televisión local y de todo, como cualquier ser humano (al igual que anime, también tengo en mi colección personal arriba de 300 libros, de todo tipo, y, por suerte, ninguno de autosuperación ni esa basura de "libros de vampiros" que han estado sacando, aprovechando la explosión del movimiento gótico).

Con esas aclaraciones, manchadas por mi subjetivismo, comienzo.

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Las expresiones "otaku" son, a primera vista, peculiares, a segunda vista, quizás chocantes, y, profundizando al respecto, quizás hasta aborrecibles. Y es que son, como cualquier otra expresión cultural urbana, visiones de vida que no necesariamente son compartidas, y menos respetadas, por otros. Entonces se debe perdonar las ridiculizaciones, y tomar lo mejor que se pueda las criticas de la mayoría de la gente que no comparte visiones de vida acordes a los de una comunidad que centra sus intereses y sus actividades grupales en productos de tipo mediático. Las críticas no han extinguido un movimiento, nunca.

Es cierto que la televisión condiciona el tipo de relaciones que tenemos con la gente. Los medios crean corrientes de opinión y sirven, lamentablemente, de apoyo para la opinión de gente que no tiene un criterio propio bien formado. En ese marco social es natural que existan grupos sociales que basen sus relaciones interpersonales y su cohesión de grupo en productos de los medios; esto es decir, en las series de televisión. Se necesita pasar mucho tiempo delante de una televisión, monitor de PC, o algun tiempo navegando y leyendo sinopsis si se quiere empatizar y tener temas de conversación con gente que pertenezca a estos grupos sociales.

El anime es innovador, para el ojo novato,  quizá solo en un aspecto: No esta dirigido exclusivamente a un público infantil, pese a estar dentro de la categoría de los "dibujos animados", técnica o medio expresivo mediático que hace tiempo era exclusivamente consumido por niños, que estaba hecho para ese propósito. A diferencia de los cartoons, las cosas de niños, y los monitos, el anime no tiene como público obletivo, necesariamente, a los niños. Por supuesto que los productos que entran en la categoría anime, y que mas éxito han tenido, han sido meras excusas corporativas para vender, como Pokémon, Bey Blade o Yu Gi Oo (se escribiría así si se lo hiciera a consciencia...).

Como todo arte (si, si, la televisión y el cine son artes, de verdad) el anime, es "una expresión de la actividad humana mediante la cual se manifiesta una visión personal sobre lo real o imaginario" (gracias, Wikipedia). Lamentablemente, y como todo producto televisivo, ha tendido a la uniformización y al plagio de temáticas, personajes, situaciones, etc que hayan sido exitosos (habiendo, como en otras series televisivas y en las películas, excepciones. De paso, series que siguen algún formato clásico pueden darle nuevas luces o abordarlo desde otro punto de vista, oxigenando el mismo). De ahí que hasta las series más reconocidas y famosas sigan ciertos patrones, como el estilo de dibujo (incluyendo a los ojos), la complexión de los personajes, y algunos etcéteras que últimamente no son siempre respetados (la cantidad de sangre, o el largo de algunas escenas por ejemplo, se ven supeditadas a las concepciones del creador, el director o el creativo de la serie).