lunes, diciembre 31, 2007

jueves, septiembre 20, 2007

Lapaceños y Santacruceños?

Elsalvadoreños?

Se suprime la primera palabra de nombres compuestos de ciudades o paises para sus gentilicios siempre que suene bien.

Un ejemplo es estadounidense, que se oye mejor que unidense a secas. O puertoriqueño mejor que riqueño.

Pienso que deberían, en casos como La Paz, Santa Cruz o Estados Unidos, utilizarse un gentilicio basado en una palabra que exista. Para paceño podría ser pacífico o pacifista, para cruceño cruzado y para estadounidense unionista.

El problema de esos gentilicios es, evidentemente, que todos implican calificativos. Pero un gentilicio ya es un calificativo, en este caso regional o geográfico de una persona.

Otro problema que podría surgir sería la posible confusión que generaría el hecho de que palabras como "unionista" o "cruzado" tengan nuevas asepciones (polisemia), pero un individuo que maneje bien el idioma (e inclusive uno que ya domine cualquier otro y este aprendiendo este) sabrá hacer las distinciones pertinentes.

Además que habrían artículos interesantes en las revistas. Por ejemplo "los violentos pacíficos", "Fernando, un cruzado ateo", "Unionista apoya la separación de Santa Cruz del Bolivia" (lo cual no me extrañaría =P).

Y eso...

miércoles, agosto 15, 2007

De cómo deshacer un lindo recuerdo

Bueh, parece que la gente es egoísta.

No me extraña. De hecho lo esperaba.

Es solo que cuando una persona se pone a buscar su propio nombre en google significa que ya pasa mucho tiempo en la red.

Nunca ví a esa persona como alguien que hace eso... ò_o

Ni modo, a reescribir la historia entonces. Una vez conocí una chica que no se lavaba bien los oídos...

XD etc, etc...

Ciao

martes, agosto 14, 2007

Acerca de la censura obligada

Hoy eliminé un nombre de uno de mis posts. Sé que esa persona posteó, aunque diga que no...

Mierda...

Como sea. Borrado. Por lo menos el nombre. Que sepa, si no sabe de internet... que los archivos quedan salvados en el caché de google... así que aunque borrase todo el post igual seguiría saliendo...

No pienso borrar el post. Este blog relata las muchas caras de mi vida, y ese episodio lo considero importante. No pienso borrar el post.

lunes, agosto 13, 2007

Fanfic??

Terminé de ver "The butterfly effect" y prendí mi computadora. Había cumplido una vieja promesa.

Me senté a leer las viejas conversaciones con Freddy y releí las tres o más veces que me invitó a ver esa película por escrito. Sumando las veces que me dijo que vaya a su casa por teléfono o me dijo en su casa que nos pongamos a ver esa película, y yo estaba demasiado ocupado ("demasiado ocupado") para quedarme. No debería haberme importado, debería haber mandado todo a la mierda y debería haberme quedado con él, y llegar a las 12 o más a mi casa, recibir una reprimenda de mis padres (¿y qué hubiera importado? T___T), o estar un poco trasnochado para la clase de las 7 del día siguiente. Al fin y al cabo se trataba de estar con un amigo, UN AMIGO.

Pero claro, pensamos que va a estar ahí para siempre, para beber un día cuando tengamos 40 años, para venir a la fiesta de cumpleaños de nuestra esposa, para invitarnos cuando se case o para el bautizo de sus hijos, para recibir un correo electrónico de él cuando nadie más en el mundo use esa tecnología tan pasada, para que nos visite en nuestro asilo de ancianos o nosotros lo vayamos a visitar en el suyo.

Llegué, por fin, al final del archivo de conversaciones guardadas que tenía... y todo se hizo borroso. Sabía lo que estaba pasando, y no creía que me pudiese pasar.

De pronto reconocí el viejo olor de esa comida, la hora y las noticias pasadas de un caluroso febrero en la tele.

Freddy estaba conectado al otro lado de la red y yo derramaba una lágrima solitaria mientras él seguía con aquella seguidilla de bromas pesadas que siempre me gastaba.

Miré la pantalla mientras pensaba bien en qué decirle.

"Por una vez en tu vida deberás creerme sin dudar un poco. Mañana te pedirán que vayas al otro lado del lago para revisar algo de unos pescadores... si vas, por favor, por lo que más quieras... vé a pie... no sabría estas cosas si no hubiera visto el futuro... no te diría que me creas si no hubiera visto la película que tanto te trauma dentro de medio año... si no supiera que... mañana vas a morir en un accidente de..."

freyleon32@hotmail.com aparece como no conectado. Puede mandarle mensajes, que quizás no lea nunca...

PD: Quizás esto ni siquiera cuente como relato, cuento o lo que sea... es una simple catarsis... por los que perdieron su tiempo leyendo con otras espectativas... me disculpo.

domingo, agosto 12, 2007

Tarde de vídeos

Ja!, releo lo que puse el otro día y sinceramente me siento como el tipo que confiesa los crímenes que no cometió bajo el fuego de la tortura.

Creo que lo que me torturaba era un poco de enojo contenido por bastante tiempo y otro poco de cansancio.

He pensado en mis amigos ayer y hoy. Si creo en la verdadera y sincera amistad de varios de ellos, y me retracto al haberlos metido a todos en una misma bolsa.

No pienso borrar lo que puse el otro día, pues sinceramente pienso que, si bien no enteramente, lo que dije no deja de ser verdad. Además sería cobarde hacerlo, me tengo que hacer resposable de las cosas que digo...

Y bueh... creo que me he puesto mucho a meditar en esto de "estar a un lado" estos días. Y nop, no siento discriminación hacia mí ni por causas regionales, étnicas, socioeconómicas, religiosas o políticas... he pensado que las razones son más superficiales... y en parte son mi culpa: El nerd que vive en mí y pervive como geek o freak hoy en día no muere, y la verdad no hago nada para que muera. De hecho defiendo mi frikismo (palabra inventada por los españoles) acaloradamente a veces.

Entonces no me voy a extrañar si a veces me ven mientras estoy a un lado... tal como de hecho me ven XD.

Y bueh... también tengo que admitir que para todo roto hay un descosido (como dice mi amiga Camila), y tengo un grupo de amigos que son también freaks. Y al decir eso no digo que solo los que son freaks son mis amigos. Y no voy a decir quienes de entre nosotros somos los freaks... ya todos, incluídos ellos mismos, se dan cuenta.

Ahora estoy dando vueltas y vueltas alrededor de una idea tal o como lo haría en mi casa, en mi cuarto, con los ojos cerrados, negándome que la noche ha acabado y tengo que levantarme a clases o algo...

Pero es mi blog... puedo hacerlo si quiero, ne?

Ok, a otra cosa, un fanfic que no acabé el otro día.

viernes, agosto 10, 2007

Del Cansancio

Nada como retornar a una rutina para despertarse del sueño. Y es que estos meses, incluso meses, fueron como una especie de sueño. Casi casi un año.

Me acuerdo cuando cierto amigo que conozco, quiero mucho, y que por alguna razón nunca se pasa por mi blog, se cansó, sin motivo aparente, de todo esto y desapareció por un buen tiempo. No me explicaba las razones de todo eso, pero ahora más o menos lo entiendo... Se cansó de la "gente bonita" que nos rodea, nos acepta, pero, aunque estemos con ellos todos los días, no pertenecemos a ella.

Me he cansado de algunas de todas estas cosas. Me acuerdo que Beatriz me dijo una vez "pero Freddy y vos tienen el mismo problema: Se sienten fuera de todo esto aunque estan adentro, y no van si no se les invita, y no se sienten en el grupo si es que no se les repite todos los días que estan, e inclusive si se les dice, nunca terminan de creerlo".

Y la razón, querida señora, es que de verdad así es: No estamos dentro.

Lo intentan, lo sé, sé que lo intentan, pero no estamos, y no se les puede culpar por ello. De pronto somos el pesado y anquilosado remanente de otros tiempos, de otros círculos, de otras realidades o de otras visiones de vida. El amargo recordatorio de lo que no se puede hacer, de lo que no nos gusta, de lo que tenemos que soportar, de lo que podemos tolerar; de lo que puede estar cerca nuestro, con nuestro consentimiento quizás, pero nunca como para que... seamos una entidad única asociada.

Niveles de aceptación...

Siento asco por algunas cosas que antes podía ver con tolerancia, alegría, indiferencia... cosas que veía todos los días, cosas que pasaban a mi alrededor, cosas que me afectaban y me importaban, pero no me alegraban ni me preocupaban... simplemente estaban ahí.

Siento odio, envidia, un montón de frustración, resentimiento incluso... Y lo peor es que quizás por gente y por situaciones que no lo ameritan. Inocente Marco Ferrel, no tienes la culpa de nada, y aún te considero uno de mis mejores amigos, de verdad. Eso no aminora todo lo que siento, quizás por eso me alejo de vos por un tiempo, así no te atormento con mis miradas, miradas que no mereces, cosas de las que no eres culpable.

Casi siempre me pasa esto cuando cosas que creo, cosas que defiendo o ideales por los que lucho se ven sacudidos por una oleada, fuerte y penetrante marea de realidad. La realidad es así: injusta, cruel, electiva, fuertemente elitista, exclusivista y, como diría un conocido: si te enojas pierdes. Entonces tenemos que soportar toda esta mierda sonriendo amablemente o poniendo excusas como: "la vida es así", "las cosas estan así", "no podemos hacer nada", "tenemos que acostumbrarnos", "así es la gente". Tragarnos todo y sonreir, amplia sonrisa.

Y claro, yo lucho y defiendo la firme creencia de un mundo diferente, mundo que quizás no es real ahora, pero que confío pueda serlo algún día. Solo que antes lo defendía e inclusive intentaba probar que habían pedazos de ese mundo soñado en esta realidad. Ahora no. Lucharé por construirlo, claro que si, pero convencido de que, por más sonrisas y abrazos, llamadas y venidas a mi casa, invitaciones a juntes o citas de mi flog en el suyo, son simplemente "niveles de aceptación", no la prueba de que ese mundo existe.

Como tristemente diría un corto humorístico que a todos les ha debido llegar al correo: "Podemos ser el mejor amigo de toda una vida, pero nunca el padre de sus hijos".

Ojo que es solo un ejemplo, no estoy hablando de ese caso en particular. Es solo que creo que es el ejemplo más extremo y con el que pueden saber de lo que estoy hablando más fácil, no que me haya visto en esa situación todavía.

viernes, agosto 03, 2007

Lo que me canta.

Solía usar este blog como diario en otros tiempos. No sé si pueda seguir haciendo eso. Pues por causas varias. Antes posteaba y no esperaba que nadie lea. O si leían, que lo lea gente que no conozco, y, en consecuencia, pueda verme en toda mi debilidad, y no tome avanzada de ello.

Recuerdo bien que Rafael me decía en un post algo antigüito ya: pero cuidado con lo que ponés ahora que tu blog va a ser más visitado. Al final no resultó más visitado, pero más frecuentemente visitado =P.

Hum... no sé qué hacer con mi blog, verán... antes podía ser totalmente sincero con él, casi casi como si fuera mi diario. Claro que al estar publicado en una red pública cuidaba tanto mi redacción como de callar alguna que otra cosita... pero en general un ejercicio muy bueno...

Ahora no sé qué hacer con él... Ojo que esta preocupación no es de ahora, solo que como me había dedicado a poner puro cuentos e historias, cositas así, el problema se había visto aplazado por... ¡MÁS DE UN AÑO! Ahora ya no se puede aplazar más... tengo cosas que contar, no sé si hacerlo... ¿ustedes qué dicen?

No quiero hacer de este un Diario de Una Mujer Gorda, aunque en un principio estaba planeado para ser usado más o menos así...

Y bueh... mientras pienso en qúe hacer con él...



La canción que estoy escuchando...

PD: No me salgan con "vos sabrás qué hacer", dénme consejos por una vez...

domingo, junio 17, 2007

Cosas que no haremos, titulos trillados a las 2 de la mañana

No hablaremos de los viernes y los amigos que no podremos ver. Ni hablaremos del caos vehicular de los miércoles.

No hablaremos de cómo cambian de color las hojas a lo largo del año, ni de lo tonto que es poner postes en una ciudad que mira al piso, de lo embarazoso que es que te encuentren murmurando en la calle, pero lo de necesario que parece a veces. No hablaremos de las canciones que odiamos pero igual, secretamente y atentando contra todo nuestro ser, se nos pegan y cantamos mentalmente.

No hablaremos de los barrios que no duermen y de los tipos que tiran botellas de vidrio contra los autos, de cómo una rosa puede contener todas las tonalidades de rojo, hasta alcanzar el negro y el rosado pálido, tan solo con olvidarla. No hablaremos de los asientos de la plaza, o de las criaturas que leí de niño que vivían en el sol. No hablaremos de la NX, de los nuevos nightmares y la Ópera "Carmen", que ahora se llama "Bullfighters song", previo mixeo de Yahpp, ni de las 14 clasificaciones de free stylers que me inventé cuando tenía tiempo en la sala del dentista.

No me contarás de tu rutina diaria, si la odias o la amas; ni de las cosas que te parecen graciosas, no me contarás de la mínima variación en una nota que acabó por cambiar totalmente una canción, o del cosplay que planeaste alguna vez. No me contarás de tus amigas, que gritan e interrumpen, ni de las numerosas salas en las que te presentaste cuando bailabas. No veré tus pies, para ver si tu empeine es, de verdad, el de una bailarina.

No jugaremos con la forma de los instrumentos musicales, ni pedirás dinero tocando en la plaza, no me comentarás como esta tu familia (Ñam ñam), ni te preguntaré tímidamente si ya regalaste todos los hijos de Lilith.

No hablaremos esta tarde, y eso ya me ha quedado claro.

Seguimos rescatando algunas de las cosas que posteé en mi fotolog. A veces los comentarios valían más que las posteadas en sí. Por lo menos para mí. Pero los comentarios no son míos, y aunque amaría cortarlos, editarlos, hacerlos legibles (en algunos casos) y ponerlos acá... no, no lo voy a hacer.

Este texto pertenece a tiempos muy diferentes a los que corren ahora. No tanto por tiempo, o porque algo haya pasado en el mundo, sino en una esfera más pequeña. No importa.

Por otro lado, hablando con la señorita sobre la que escribí esto, ya pude ver uno de sus empeines y sí... lo tiene como el de todas las bailarinas de ballet clásico.

Y ya puedo hablar con ella bien. Ahora que el valor de esa charla es muy diferente. Ojo que dije diferente, no mejor o peor, pero ya ustedes sabrán a qué me refiero.

miércoles, junio 13, 2007

Sandy y Santy; el Guggenheim

El edificio se terminó de construir antes de lo planeado y todos los apartamentos se rentaron, todos menos el 13. Le van a poner "Colinas de Altamirano" y tendrá una galería de pinturas en el hall.

La inauguración de una nueva ruta de vuelo se celebró con una modesta fiesta, a la que Santiago no asistió. El nuevo destino es Kiev y en un año se cancelará por falta de mercado.

Sandra llegó ese mes del extranjero y rentó el apartamento 13 del "Colinas de Altamirano" con indiferencia. Ahí una vecina le habló del Guggenheim. Escuchó con mediano interés y firmó una hojita para que le informaran más en el futuro, y olvidó el asunto.

Santiago se lo escuchó a Reinaldo, su compañero de trabajo y eterno rival, y deseó oír más del Guggenheim. La alusión al museo en el nombre del barco le pareció mitad cómica, mitad extravagante. Robó un folleto.

El Guggenheim zarparía de Perú con rumbo a Norte América, para luego dirigirse a Hawaii, donde luego podría dar vueltas o estacionarse durante tres semanas.

Santi llamó una vez, y hasta reservó un lugar, pero luego no recordó confirmar la reserva. Sandy asistió a una reunión explicativa y finalmente se animó a comprarse un pasaje, mismo que luego canceló porque no se sentía lista para usar un traje de baño. El Guggenheim partiría sin ellos.

No se enamorarán en cuanto se vean, ni intercambiarán miradas fugaces durante la cena de la primera noche, no pensarán que el otro les esta observando, mientras se buscan con fingida distracción deambulando por pasillos y cubiertas, no jurarán amor ni pensarán que fusionan sus almas eternamente en planos inexplicables a la vez que sus cuerpos se consumen en un fuego muy sensible.

Caminarán meditabundos por las calles de una ciudad que esconde al uno del otro, pensarán un par de veces en el crucero que perdieron.

Pero, por otro lado, tampoco morirán cuando el Guggenheim se hunda en el camino, en medio océano y sin tierra cerca.

Editado del original publicado en mi fotolog.

Crónicas del orígen de la Tríada VI, VII

VI. Una tarde traduciendo

Llegamos a las 11 de la noche, dos semanas después de haber partido de nuestra ciudad, a New Incheon. El primer día nos alojamos en "Hollywood", un lugar pequeño y humilde. Por primera vez las chicas durmieron con el lejano ruido de las sirenas y con las explosiones y los gritos apagados en lugares anónimos de la ciudad. Creo que Antoinette lloró al amanecer.

Al día siguiente, temprano, viajamos a la biblioteca central. Nos instalamos en el subsuelo y preparamos nuestras cosas para trabajar mientras el encargado iba a buscar los textos, celosamente guardados.

New Incheon no tenía ni diez años de vida, fundada por migrantes de ciudades coreanas que estaban en guerra. Hace cinco años un mal gobernador la metió a la guerra en menos de una noche.

El texto en cuestión provenía de las cenizas de ciudades de Irán. Sin embargo no estaba en persa antiguo u otro idioma del medio oriente. Era un texto en un extraño idioma, escrito con caracteres latinos, árabes y caracteres mezclados. Había sido un experimento fallido por unificar ambas lenguas cultas durante la época de la expansión del Islam por europa, en el siglo XII.

Descifrarlo no era tan difícil como saber el sentido alegórico del texto, donde nos estábamos tardando. El texto principal al parecer era una oración, aunque no podíamos estar seguros de ello, pues la introducción todavía no nos había llegado.

Una tarde, cuando ya teníamos la primera estrofa traducida, descubrimos que los caracteres aún tenían equivalencias sonoras identificables. O sea, todavía se podían leer en su idioma original. Eso nos emocionó mucho.

Юлия (Yulia) se apareció esa tarde con una bandeja de café y se sentó a mi lado. La miré con ternura, pues me encantaban sus pequeñas atenciones para con el grupo. Antoinette no tomó más que un vaso. Юлия, por otro lado, se quedó hasta tarde ese día, enfrascada en una línea oscura del texto. Sonreí ante su compromiso, pues ahora nuestra misión no solo era traducirlo, todos habíamos hecho un trato silencioso de traducir el texto, pero también encontrar ese idioma perdido.

Pasaron unos días, y una tarde, Юлия me dijo que me amaba. La palabra me pareció exagerada, pero entendí la escencia. Se apoyó en mi hombro, subió los pies en la silla a su lado, y se recostó en mí mientras leía la quinta estrofa, que había traducido casi toda ella sola. Oírla pronunciar un idioma perdido con tal limpieza me producía escalofríos, y temía estar cayendo de nuevo en el encantamiento de una nacida perfecta.

De pronto a ambos se nos borró la sonrisa, pues notamos que no era yo el que temblaba por su voz, o ella que temblaba al sentirse tan cerca mío, sino que temblábamos ambos, todo el cuarto. Algunas cosas flotaban a uno o dos centímetros de donde estaban apoyados.

Antoinette apareció en ese instante y se nos quedó mirando con la boca abierta.

VII. Lectura

Nos tardamos tres semanas más en terminar de traducir el texto. Repetimos una por una las palabras de la quinta estrofa, pero ninguna, por sí sola, causaba el extraño efecto que habíamos visto ese día que Юлия (Yulia) leyó la estrofa por primera y última vez.

El texto era una oración, pero más que eso, algo así como una invocación. Idiomas perdidos y ritos olvidados en medio de épocas de guerra. La humanidad no ha cambiado, solo la magia que teme.

Le leímos la traducción al encargado de los archivos de New Incheon, pero decidimos presentar nuestra obra maestra, la oración leída en su idioma original, en medio de una modesta conferencia de prensa, en dos semanas.

Para ese día invitamos a toda la comunidad científica, aunque no esperábamos que alguien se arriesgase a salir de su ciudad, ni siquiera por un idioma descifrado. Sin embargo en los siguientes días recibimos algunos especialistas en el área de la lingüística y ramas afines.

Ese día nos sentamos los tres delante de unos pocos periodistas y algunos de la comunidad científica y Юлия explicó tecnisismos del área los primeros 15 minutos. Luego Antoinette tomó el micrófono y explicó el contenido alegórico del texto, una de las áreas que más nos había costado.

El primer párrafo contaba las virtudes de la tierra, los cielos y los mares, el segundo sobre las criaturas de los cielos, la tierra y los mares, el tercero hablaba de Las Virtudes, todas hechas un Dios, único en escencia, pero muchos en forma, en cuanto todo lo que vemos habla de Él, el cuarto hablaba de la conjunción de la materia con algo que el texto definía como "la semi-materia", que era algo así como "lo que va a ser, pero todavía no es", que está presente desde el principio del tiempo presente, y que es visible mediante el trance.

El quinto, era más que la simple oración, que hasta ahora sólo relataba las maravillas y agradecía por ellas, era casi una invocación. Una enumeración rítmica e hipnótica de un llamado, humilde pero terminante. El sexto suplicaba que La Trinidad se hiciese presente, y explicaba que esta oración no se rezaría, ni semejantes cosas se pedirían, si la situación no lo ameritara.

Cuando terminó de explicar el sentido alegórico yo tomé el micrófono y comencé a leer la oración en su idioma original.

Mientras enumeraba las maravillas y las bestias y seres del cielo, la tierra y del mar podía verlos con nitidez en mi mente, incluso a aquellos que no conocía. Cuando intenté pasar al tercer párrafo mi voz desapareció, y no pude continuar. La gente se incomodó un poco, pero Antoinette tomó el micrófono y continuó leyendo el tercer y el cuarto párrafo. Durante el tercer párrafo noté que la luz era palpable. Si, no sé como, y ni siquiera puedo precisar la textura, pero la luz se podía tocar. El fenómeno se repitió, Antoinette perdió la voz también, y, como era de esperarse, algunas personas se pusieron muy incómodas.

Юлия supo salir bien de la incómoda situación, y mencionó algo sobre que los tres querían leer el texto, y aunque muchos no lo creyeron, pudo continuar. Cuando comenzó a leer el quinto párrafo me tomó de la mano, y cuando, al final de este, las cosas se pusieron a flotar como la primera vez, Antoinette también.

El público estaba eufórico, los invitados fuera de sí, algunos habían huído. Por otro lado, la mayoría de los medios se conservaban espectantes; asustados, si, pero hipnotizados y ansiosos con lo que estaba por pasar.

Volqué a ver a Юлия y ella también estaba en trance. Después de la primera línea noté que ya no hablaba con su voz, y cuando leía la segunda un viento se desató dentro de la sala. Mi voz, yo no había hablado pero lo sabía, era otra, y Antoinette esperaba algo parecido.

Sus cabellos volaban por los aires mientras terminaba de leer, con voz poderosa y los ojos brillantes, la oración. Terminó justo a tiempo para que la jalara al suelo. Una cámara se estrelló justo sobre nuestras cabezas, y la oración que habíamos traducido estaba cambiando el mundo para siempre.


Los anteriores textos fueron publicados por episodios en mi fotolog el mes pasado. Los floggers, al parecer, no son muy dados a la lectura, y la mayoría de los textos en mi fotolog son escasamente leídos; y en muchos casos por bloggers. De todos modos los publico en mi flog por la masividad del medio, que una de mis metas es fomentar a la lectura (en serio ._.).

Esta historia de VII capítulos es un preámbulo a las sagas de La Tríada, que tienen más perfil para ser novela gráfica (cómic) que otra cosa.

sábado, mayo 19, 2007

Crónicas del orígen de la Tríada IV, V

IV. Otra cara del asunto

El martes encontré a Юлия (Yulia) mirándome mientras duermo de nuevo.

Alguna gente les llama románticos, otros los llaman perversos, pero algunas de estas personas genéticamente perfectas se sienten atraídos por las imperfecciones de nosotros, los hijos naturales. Al parecer Юлия es una de estas personas. Al parecer.

El asunto es que esta gente, que vive 145 años y 3 meses, se comporta como adolescente o jóvenes (y se ven como ellos) hasta los 30 años o más. A Юлия uno no le pone más de 20 años (y si vemos cómo se comporta unos 16), y creo que ya tiene 35. De paso Antoinette y Юлия nunca han estado en la guerra, y la vida las ha tratado bien. No me sorprendió ver en unos pocos días... que Antoinette esta ayudando a Юлия para que quede conmigo.

Yo paso de ambas ¿Por qué? El viaje es más importante, creo. Los documentos que nos han encargado, los papeles que aún estan desprotegidos y a merced de algun bombardeo masivo, aquellos textos no me dejan dormir.

Viajar desde el centro de la ciudad, donde vivíamos los tres, hasta las zonas periféricas, y de ahí a una oculta estación de buses que parte a las ciudades en guerra, toma una semana y media. No es de extrañar, esta ciudad tiene 85 millones de habitantes, y es inmensa. Los aviones y helicópteros, por otra parte, hace años que solo se fabrican para la guerra. Llevamos 5 días viajando ya.

De paso... tengo malas experiencias... tanto con las naturales como con las perfectas.

V. Mis libros de Slujter y otras malas experiencias

Ese día se estrenaba el nuevo libro de Slujter. Mientras esperaba en la corta fila a que se abra la librería me puse a acariciar el reloj en mi muñeca izquierda con la otra mano. Era un regalo de ella.

La recuerdo bien, porque la gente perfecta termina teniendo dobles por todas partes. Solía soñar con ella todas las noches y pensar en ella hasta que me dolía el pecho. Tonterías de un enamorado.

El reloj era el perfecto regalo de alguien con un perfecto sueldo a su mejor amigo. No lo quise entender así... y ella me rompió el corazón. No fué su intención, claro, pero en ese entonces yo no entendía... el cruel juego del amor. Yo era un hijo natural, ella una perfecta. Sus padres mismos no hubieran aceptado que ella, a sus 80 años y con el cuerpo de un natural de 35 o 40, este cuidando de un natural de 80 años y más. De paso... a ella le gustaba la gente como ella.

Esperaba que la librería abra... cuando me enteré que murió en el bombardeo de ayer, porque su ciudad dejó de ser neutral. Su reloj desapareció en medio de un agitado bus una mañana de verano, casi tan silenciosamente como yo había intentado desaparecer de su vida.

Volví a enamorarme de una chica perfecta cuando estudiaba lingüistica en Kiev. Ella me había contado cuando nos conocimos que varios de sus novios habían sido naturales, y... pensé... pensé mal. Solía besar el muñequito de madera que ella había hecho, y que colgaba de una soga delgada que ella había tejido, otro inocente regalo. Sentía un amor tan sereno por las artes manuales... que yo llegué a amarlas a su lado también. Cuando me enteré que ella sujetaba con la boca el cabo de la soga para incrustar el muñequito de madera... me dí cuenta que besaba la parte equivocada.

Vive en Strutburg y creo que rechazó esta misión porque teme por su vida. La comprendo, aunque quisiera ver cómo esta ahora.

Me enamoré de una natural en la fila del estreno de un libro posterior de Slujter. Formados, hablando y riendo. Su pelo como cascadas de plata azabache, su tierna sonrisa y su extraña costumbre de mencionar primero los anteriores libros de Slujter siempre, su moda desenfadada o su pequeña colección de revistas del siglo XX; algo me enamoró de ella.

Slujter era quizás el último romántico en un mundo práctico por completo, melodramático por vocación, victimista por las circunstancias caóticas de la guerra, frío por años de insensible televisión. Por él había creído en imposibles, de él había sacado esperanzas, y a través de los lentes que sus libros me daban ví a todas las chicas de las que me enamoré como mi pareja, ella que aguarda en alguna parte, ella que piensa que yo aguardaba en alguna parte.

El día que quemé mis libros de Slujter no lo hice porque ya no creyese en lo que decía. Es solo que pronosticaban un futuro tan incierto, posible, pero quizás por ello más desesperado...

En un mundo como este, en el que quizas mañana ya no seamos más que pasto de las bombas... el tiempo se acaba ¿Valía la pena esperarla?

Empecé a pensar que no.

Юлия (Yulia), por otro lado, parece dispuesta a todo, y cada día sus intentos son más obvios. Creo que al final mi papel en esta tierra es traducir ese texto, cierto, pero también hacer feliz a alguien, sin importar si... yo no me siento feliz en un principio.

Quizás un día despierte y la vea como la persona que había estado esperando. Es más... quizás ella es la que estaba esperando.

Con eso en mente... me fuí a la cama. Mañana salimos de la ciudad.

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Los anteriores textos fueron publicados por episodios en mi fotolog el mes pasado. Los floggers, al parecer, no son muy dados a la lectura, y la mayoría de los textos en mi fotolog son escasamente leídos; y en muchos casos por bloggers. De todos modos los publico en mi flog por la masividad del medio, que una de mis metas es fomentar a la lectura (en serio ._.).

Esta historia de VII capítulos es un preámbulo a las sagas de La Tríada, que tienen más perfil para ser novela gráfica (cómic) que otra cosa.

miércoles, mayo 16, 2007

Crónicas del orígen de la Tríada I, II, III

I. Llamada

Daniel prendió la chimenea con calma y se tomó toda la tarde en ello. Cuando el fuego estuvo de buen tamaño, las llamas jugaban haciendo formas extrañas y el humo danzaba en el aire bajo del hogar... Lanzó "Sinfonía" de Slujter a las llamas. Aunque era su autor y libro favoritos, no le remordió hacerlo. Slujter había sido su pilar, su consejero; y sus libros sus códigos de vida. Observó como se quemaban y se apoyó en el sillón bajo que arrimó a la chimenea.

Sonreía con tristeza cuando el teléfono sonó.

II. Trabajo

Al parecer me necesitaban para uno de esos aburridos trabajos que ya nadie hace ahora.

Hace 30 años se organizó una campaña mundial, y todos los manuscritos no descifrados o no traducidos todavía se pusieron a disposición de todos los expertos, hasta que no quedaron mas que dos como enigmas para generaciones futuras.

Pues bien, se había encontrado uno nuevo, y mi trabajo ahora era traducirlo. Trabajaría con Antoinette y Юлия (Yulia). Las llamé y nos citamos en un oscuro cafecito.

Cuando llegué ambas ya habían llegado. Me senté en su mesa y las miré un rato. Las dos eran chicas perfectas físicamente, hijas de la revolución genética. Nunca se enfermarían y vivirían exactamente hasta los 145 años y tres meses. Yo era un hijo natural de un olvidado matrimonio natural.

Ordené un café sin azucar, y saqué el mapa de mi bolso. Teníamos que ir a una ciudad vecina. En estos días hacer tal cosa, incluso solo eso, es arriesgar demasiado la vida. De todos modos, los tres habíamos aceptado el trabajo, los tres iríamos.

Y es que... El mundo de hoy en día es un asco.

III. El mundo de hoy en día

Como tontos quisimos reconstruir nuestras ciudades. Apurados levantamos de nuevo nuestros edificios, erigimos museos de nuevo. Ilusos intentamos rescatar nuestras costumbres, nuestra rutina. Intentamos salvar una civilización que había nacido, hija de cientas del pasado, para morir y matar. La ilusión no duró un año.

La guerra ha azotado el planeta entero por años, las ciudades son gigantescos cementerios. De día granizan balas del cielo, y de noche llueve fuego.

Todo lo que valía la pena ha sido entregado a las pocas ciudades neutrales que aún existen. Masivas ciudades con 70 millones de personas luchando por no ser echadas, pues fuera de ellas la guerra te traga, transforma, usa y, finalmente, elimina.

Antoinette era hija de una pareja francesa, aunque vivían acá desde que comenzó la guerra. Юлия (Yulia) era rusa, pero vivía acá desde niña. Ambas le habían perdido el respeto a la guerra a fuerza de vivir acá tantos años. Yo visitaba las fronteras de la ciudad... los barrios a los que aún les llegaba el fuego cruzado... para no olvidar dónde estaba.

La guerra ya no tenía razón, hace años que toda causa se había extinguido en un mar de odio y venganza, que ahora alimentaba esta furia que no tenía fin. Los que antes servían como refugios subterráneos para guardar obras de arte ahora eran refugios para la gente que vivía en ciudades en guerra. Las viejas fábricas de alimentos, ropas o muebles ahora solo producían granizo para el día y fuego para la noche.

En este mundo, a una de esas ciudades, ahí íbamos.

Siguiente IV. Otra cara del asunto

Los anteriores textos fueron publicados por episodios en mi fotolog el mes pasado. Los floggers, al parecer, no son muy dados a la lectura, y la mayoría de los textos en mi fotolog son escasamente leídos; y en muchos casos por bloggers. De todos modos los publico en mi flog por la masividad del medio, que una de mis metas es fomentar a la lectura (en serio ._.).

Esta historia de VII capítulos es un preámbulo a las sagas de La Tríada, que tienen más perfil para ser novela gráfica (cómic) que otra cosa.

viernes, febrero 23, 2007

Venganza (relato)

En vez de despertarse a las 4 de la mañana, como rezaba el plan, Javier decidió quedarse toda la noche despierto. Le era más fácil hacer eso que despertarse a esa escandalosa hora. Se vistió con calma y esperó a que el reloj diera las 4:20. Bajó las escaleras y abrió cuidadosamente la puerta. Efret, su perro, ya estaba ahí. Igual Marco.

Caminaron un poco por las vacías calles, esquivando las calles tomadas ya por los vendedores de periódicos. Efret se subió a la camioneta antes que ellos, y se acomodó en el mejor lugar, arrancaron callados y nerviosos. Efret se puso a dormir casi al instante. Les tomó 10 largos minutos, en los que apenas hablaron, llegar. Thiago segiría durmiendo, seguro.

Sacaron a Efret de la camioneta y él se puso a jugar con la perrita de los vecinos, Lilith. Las posibilidades de ser molestados por ella se descartaron. Bajaron lo necesario y se quedaron a la espera de la señal. Faltando 10 minutos para las 5 de la mañana, el camión de Rüttgercross pasó lento, haciendo escándalo, encubriendo los trémulos ruidos de una cerradura que se fuerza, unos pies que corren, un portallaves que cae. 5 minutos después llamaron a Efret, subieron a la camioneta y arrancaron.

Cantaban los pájaros, salían los humildes obreros de sus casas, Marco se deshacía lentamente de algunas cosas botándolas por la ventana, Efret rascaba el cuero de los asientos. El tiempo pasa, las viudas olvidan, Lilith tendría cachorros (esto no lo sabía nadie todavía), él ayudaría con la venta de la casa, los "amigos" tendrían sus novenas. Regresaba a su casa a dormir de nuevo y quizás, en un par de horas, a recibir la mala noticia.

¿Por qué darle el trabajo a alguien que ya había fracasado en contra de Thiago antes y en tan variadas situaciones? Con la cabeza apoyada en el traqueteo del cristal, Marco tarareando una canción, Efret de nuevo dormido, Javier sonreía. Esta vez, solo esta vez y para siempre, había triunfado.

jueves, febrero 22, 2007

Fragmento.

Leía hace tiempo ya:

Jueves. Pasamos entre granizos y ventarrones el principio tropical del mes. En un volumen de la Enciclopedia infantil encontré un mapa de los Estados Unidos que un lápiz infantil había empezado a calcar en una hoja de papel seda, y en cuyo reverso, contra el contorno incompleto de Florida y el Golfo, había una lista mimeográfica de nombres pertenecientes, sin duda, a la clase de Lo en la escuela de Ramsdale. Es un poema que ya sé de memoria.

Angel, Grace
Austin, Floyd
Beale, Jack
Beale, Mary
Buck, Daniel
Buyron, Marguerite
Campbell, Alice
Carmine, Rose
Chatfield, Phyllis
Clarke, Gordon
Cowan, John
Cowan, Marion
Duncan, Walter
Falter, Ted
Fantazia, Irving
Falshmann, Irving
Fox, George
Glave, Donald
Goodale, Donald
Green, LUcinda
Hamilton, Mary Rose
Haze, Dolores
Knight, Kenneth
Moneck, Rosaline
McCoo, Virginia
McCrystal, Vivian
McFate, Aubrey
Miranda, Viola
Rosato, Emil
Schelenker, Lena
Scott, Donald
Sheridan, Agnes
Sherva, Oleg
Smith, Hazel
Talbot, Edgar
Waing, Lull
Williams, Ralph
Windmuller, Louise

¡Un poema, un poema, en verdad! Qué extraño y dulce fue descubrir ese "Haze, Dolores" (¡ella!) en su especial glorieta de nombres, con su guardia de rosas, una princesa encantada entre sus dos damas de honor. Trato de analizar el estremecimientos de deleite que corre por mi espinazo al leer ese nombre entre los demás. ¿Qué es lo que me excita casi hasta las lágrimas (ardientes, opalescentes, espesas lágrimas de poeta y amante)? ¿Qué es? ¿El sutil anonimato de ese nombre con su velo formal ("Dolores") y esa trasposición abstracta de nombre y apellido, que es semejante a un par nuevo de pálidos guantes o una máscara? ¿Es "máscara" la palabra cable? ¿Es porque siempre hay deleite en el misterio semitraslúcido, la lumbre a través de la cual la carne y los ojos -que sólo yo he sido escogido para conocer- sonríen al dejarme solo? ¿O es porque puedo imaginar tan bien el resto de la clase abigarrada, en torno a mi dolorosa y brumosa amada: Grace y sus granos maduros; Ginny y su pierna con aparato ortopédico; Gordon, el ansioso: Duncan, el payaso hediondo; Agnes de uñas comidas; Viola, con sus espinillas en la piel y el busto vigoroso; la bonita Rosaline; la morena Mary Rose; la adorable Stella; Ralph, que fanfarronea y roba; Irving, a quien tengo lástima. Y allí está ella, perdida entre todos, royendo lápiz, detestada por los maestros, con los ojos de todos los muchachos fijos en su pelo y su cuello, mi Lolita.


Un fragmento del libro Lolita de Nabokov. ¿Quién no lo ha hecho? Aprenderse de memoria un pequeño pedazo de involuntaria historia. A mí me pasó, hace meses, con un programa de un acto. Era así:

Integrantes:
Violín
Milenka Zankiz
Alejandra Ortiz
Mayarí Romero
Michaella Etmüller
Patricia Terceros
Carmen Lucía Carvalho
Valeria Altamirano
Jovita Eguez
Laura Ortiz

Ya me he olvidado de varios de los nombres, y tuve que revisar la lista original.

A veces un libro tiene un pedacito de uno mismo tan fielmente reflejado que lo hacemos nuestro de corazón; a veces cuentan cosas que hicimos o quisiéramos haber hecho, a veces el monstruo que puede ser el ser humano, a veces el retrato del vecino del frente.

miércoles, enero 10, 2007

Visita

Tengo ya cincuenta años de trabajo, veintiocho como maestro, catorce como vice-rector y uno como decano.

Como la mayoría de ustedes he tenido varias novias, quizás... bueno, digamos que no tantas, unas diez o algo por ahí. Luego me casé y... (si, si, estaré con el joven un rato más, disculpe) ya conoces a mi esposa, en un par de años, si duro, cumpliremos las bodas de plata.

Me sentaba a pensar en ella, no, no hablo de mi esposa, hablo de una chica que recuerdo ahora (creo que el año pasado falleció... diabetes, creo), y me ponía a pensar muy seguido en cómo viviría sin ella... pero más tiempo, como nos pasa a esa edad, a soñar una vida con ella, a construir mansiones y paisajes, escenas enteras de una vida interminable a su lado, la veía como la madre de mis hijos y se parecía a una tía que tengo cuando era joven. Luego la veía, ya los dos mayores, como la cariñosa abuela de mis nietos, malcriados y alegres jovencitos que me hacían escasas visitas... y, aunque le suene raro, pensé en ella de mayor tal y como resultó siendo. (Esta feo eso, no te lo toques o se puede descoser... ¡aunque te escueza, aguante, hombre!).

Ahm... ¿en qué iba? Ah, si, estábamos hablando sobre... si, esa chica. Pongámosle Marietta (no me mires así... sé que la maestra de francés es joven, no me refiero a ella, es un nombre cualquiera). Marietta, como te decía, era la chica del momento para mí. No podía concebir los amaneceres de las vacaciones de verano en las que mi amor por ella llegó a su límite sin su existencia.

Tonto, en realidad, contando que la conocí en un lugar al que no quería ir, y por medio de amigos que no tenía un par de semanas antes.

Todo llegó a tener ese estresante peso de cuanto todo tiene que estar en su lugar, nada tenía que salir mal, planeaba hasta mis errores (si eres demasiado perfecto te botan, te imaginas...)... y todo por ganarme su corazón.

(¿Cinco puntadas dices? solo veo cuatro... ah, te cosieron la vena por dentro también... ¡claro que duele!, pero haber si eso te enseña a pensar mejor antes de hacerte tonterías)

Por otro lado (luego, luego te acabo de contar de Marietta), por otro lado, decía, años antes o años después (disculpa si mi juventud no tiene un orden, pero... ¿te acuerdas en correcto orden todos los detalles de su infancia? No, ¿no?), conocí a una chica joven y un poco callada llamada... digamos que Anastasia (es que la conoces, y no, no es tu abuela o tu madre o algo parecido, es una señorita famosa en la ciudad), le gustaba que le llamen Nastia (bueno, mentira, pero le gustaba un diminutivo de su nombre y pues Nastia es el diminutivo de... ahm, ya entiende). Nastia tenía una curiosa afición por los hippies, las maletas rosadas, y los adornos de países lejanos (aunque creo que toda su colección era de cosas colombianas, porque habían muchos hippies colombianos por el país en esos años...).

Me enamoré de ella y de sus libros de "Las crónicas de Narnia", y se lo dije jugando un día. Si, se lo dije jugando, y eso que lo que sentía era tan intenso como lo de Marietta. Nastia se quedó pensando un rato en cosas... supongo que se imaginó cómo sería ser mi novia o algo así... y luego, sin decir mucho, me dijo "dame una semana". Me guiñaba el ojo mientras decía eso, así que creo que la respuesta ya la conocía de antemano.

Cumplido como yo era (más por miedo a arruinar las cosas cuando van bien que porque de verdad le tuviese respeto al plazo que puso), evité el tema toda la semana.

La cosa es que... fuí novio de las dos.

La joven Marietta, que en paz descanse, se me lanzó a los brazos (y disculpa que un hombre casado viva de recuerdos, pero fué un día glorioso entre los de mi juventud...) y me besó... estando un poco (solo "un poco" jeje) tomada en una fiesta casi un año después de que me haya rendido totalmente en intentar ser su novio.

Nastia me agarró tímidamente de la mano el día acordado y me dijo que sí. Me besó en la boca (o creo que fuí yo...) y así...

¿Qué sentido tiene?... Hmmm, sé que esta historia te puede parecer absurda ahora, y... sólo te pido que pienses un poco. "La vida es rara, acostumbrarte es opcional", como en el comercial de gaseosas ese...

Siempre que te sientas como ahora piensa que hay Mariettas y Nastias y Juanas (si, así se llama mi esposa, solo le gusta que le digan Julieta... exacto, porque me llamo Romeo... siempre me pareció bonito jejeje)... me pude haber casado con cualquiera de las tres. Si, por eso te conté sus historias.

Mañana pasaré a la misma hora, a ver si puedes pensar en algo qué contarme tú...